Este domingo (14.09.2025), desde el circuito de Misano, fui testigo de una jornada histórica para el motociclismo: Marc Márquez (Ducati) conquistó el Gran Premio de San Marino y se coloca a un paso de obtener su séptimo título en Moto GP.
El piloto español arrancó desde la cuarta posición, pero rápidamente se colocó a la rueda de Marco Bezzecchi (Aprilia), quien había salido desde la pole y dominaba la primera parte de la carrera. La presión constante de Márquez dio frutos en la vuelta 12, cuando el italiano cometió un error en una curva y dejó la puerta abierta para que el español tomara la delantera. Desde ahí, nada pudo detenerlo.
La caída de Francesco Bagnaia, compañero de Márquez en Ducati, completó un fin de semana negro para el italiano, mientras que Álex Márquez (Ducati-Gresini), hermano del vencedor, aseguró el tercer lugar en el podio, sumando puntos clave que lo mantienen con opciones reales para el subcampeonato.
Con esta victoria, la número 73 de su carrera y la 11ª de la temporada, Marc Márquez queda muy cerca de alcanzar los nueve títulos mundiales, igualando la marca de su histórico rival Valentino Rossi. El desenlace podría llegar en Japón, en la última carrera de septiembre.
El vigente campeón, Jorge Martín, vivió la otra cara de la moneda: problemas técnicos en la vuelta de formación lo retrasaron y le costaron una sanción de doble “vuelta larga”, lo que acabó por hundir sus posibilidades.
Márquez, con temple y ambición, ha dejado claro que este 2025 puede marcar un capítulo dorado en la historia del motociclismo.