La Ciudad de México, al igual que muchas urbes globales, enfrenta una crisis de escasez de agua que se agrava debido a diversos factores, incluyendo la alta densidad poblacional, el desarrollo urbano descontrolado y los efectos del cambio climático. Expertos y estudios de organismos nacionales e internacionales subrayan la complejidad de esta situación.
El 60% del suministro hídrico de la Ciudad proviene de su acuífero subterráneo, cuya sobreexplotación ha llevado a un alarmante hundimiento del terreno. Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelan una extracción que supera en un 215% la capacidad de recarga del acuífero. Esta situación se agrava con la extracción excesiva de cuencas externas y el deterioro de la infraestructura de distribución, que sufre pérdidas del 40% debido a fugas.
Acciones Prioritarias y Perspectivas a Largo Plazo
La sustitución de tuberías y la reparación de fugas emergen como medidas cruciales para mejorar la eficiencia del suministro de agua. Sin embargo, la implementación de estas acciones se ve obstaculizada no solo por limitaciones financieras y tecnológicas, sino también por la falta de continuidad en las políticas públicas.
A pesar de que la Constitución reconoce el derecho al agua, las soluciones actuales adoptadas por los Gobiernos tienden a ser a corto plazo, enfocadas en la extracción inmediata sin considerar la sostenibilidad a largo plazo. Este enfoque genera una sobreexplotación de los recursos hídricos y una falta de planificación efectiva.
Colaboración Ciudadana y Responsabilidad Empresarial
La visión y participación de la ciudadanía son fundamentales para abordar esta crisis. Se requiere un cambio cultural que promueva el pago justo por el servicio de agua y una mayor conciencia sobre el cuidado de este recurso vital. Además, es crucial abordar el uso ineficiente y derrochador del agua en sectores agrícolas e industriales, donde se registran altos niveles de desperdicio.
La regulación efectiva de las concesiones otorgadas a empresas privadas por parte de organismos como la Conagua es esencial para garantizar un uso responsable del agua. Sin embargo, esto solo será posible con una ciudadanía activa que exija transparencia y rendición de cuentas a las autoridades.
Un Enfoque Integral y Sostenible
Abordar la crisis del agua en la Ciudad de México requiere un enfoque integral y sostenible que incluya medidas inmediatas para mejorar la infraestructura, así como una planificación a largo plazo que promueva el uso responsable y equitativo del recurso hídrico. La colaboración entre el Gobierno, la sociedad y el sector privado es crucial para lograr una gestión efectiva del agua y garantizar su disponibilidad para las generaciones futuras.
