La crisis humanitaria en Haití se agrava con cifras alarmantes de desplazamiento. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 40.000 haitianos han sido forzados a abandonar sus hogares en el área metropolitana de Puerto Príncipe en menos de un mes, entre el 14 de febrero y el 5 de marzo. Este es el número más alto registrado en un periodo tan corto desde 2021.
Violencia y Escasez Agravan la Crisis
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, advirtió que las operaciones humanitarias en Haití enfrentan serios problemas debido a la falta de seguridad y la escasez de recursos. Además, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que la falta de financiamiento está deteriorando rápidamente las condiciones en los lugares donde se refugian los desplazados.
“Muchas familias han tenido que trasladarse hasta tres o cuatro veces, lo que las hace aún más vulnerables”, alertó Dujarric. Además, destacó que varios de estos refugios están cerca de zonas de combate, lo que aumenta el riesgo para los desplazados.
Urgencia de Fondos para Ayuda Humanitaria
El Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU requiere 908 millones de dólares, pero hasta la fecha solo ha recibido un 5 % del financiamiento necesario, es decir, 46,5 millones de dólares. La falta de recursos impide atender las necesidades urgentes de la población afectada.
Además de la crisis de desplazamiento, Haití enfrenta una escalada de violencia. Datos de la ONU indican que en 2024 se registraron 5.626 muertes causadas por bandas criminales, lo que representa mil víctimas más que el año anterior. También hubo 2.213 heridos y 1.494 secuestros.
Ataques a Medios de Comunicación
En las últimas horas, grupos armados atacaron las instalaciones de la Radio Televisión del Caribe (RTCV), el mayor conglomerado mediático de Haití. La cadena había abandonado ese edificio hace un año debido a la inseguridad, pero el nuevo ataque resalta el nivel de violencia que azota al país.
La situación en Haití sigue siendo crítica, y la comunidad internacional enfrenta el reto de proteger a los desplazados y garantizar la asistencia humanitaria antes de que la crisis se agrave aún más.
