La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) enfrenta su mayor crisis hasta la fecha con la reciente salida de Níger, Burkina Faso y Mali. Estos tres países, actualmente bajo regímenes militares, han formado una nueva alianza de seguridad conocida como la Alianza de Estados del Sahel, marcando un duro golpe para la unidad y efectividad del bloque regional.
La Ruptura
La salida de estos países es una reacción directa a la condena y las sanciones impuestas por la CEDEAO tras los golpes de Estado en dichas naciones. La falta de respuesta efectiva a las tendencias dictatoriales y la inacción frente a regímenes autocráticos ha mermado la credibilidad y legitimidad del bloque, según Adib Saani, analista de política exterior y seguridad del Centro Jatikay para la Seguridad Humana y la Consolidación de la Paz en Accra, Ghana.
Análisis de los Expertos
Adib Saani: “La CEDEAO tiene un protocolo sobre gobernanza, elecciones y seguridad. Por desgracia, durante muchos años ha habido tendencias dictatoriales exhibidas por ciertos líderes dentro de la subregión, ante las que la CEDEAO no hizo nada”, señala Saani. Esta inacción ha permitido el auge de regímenes militares en la región.
Fidel Amakye Owusu, analista de relaciones internacionales y seguridad de Riley Risk, ofrece una visión complementaria: “No se puede culpar a la CEDEAO de la inestabilidad en la región, ya que el bloque era incapaz de impedir esos golpes”. Sin embargo, Owusu critica la gestión posterior de la situación: “No gestionó muy bien la situación”, especialmente con la amenaza de invadir Níger, lo que precipitó la salida del bloque de los tres países.
Problemas y Retos Internos
La CEDEAO ha intentado implementar reformas para ser más eficaz, pero ha enfrentado una falta de compromiso por parte de los Estados miembros. “El éxito de la CEDEAO depende en gran medida de los gobiernos”, indica Saani. La percepción de la CEDEAO como “un club de presidentes” en lugar de una entidad representativa de los ciudadanos ha erosionado su legitimidad.
En su última cumbre, los líderes de la CEDEAO discutieron estrategias para reintegrar a los países que han abandonado el bloque. Sin embargo, el camino hacia la reconciliación y la estabilidad es incierto.
Consecuencias Potenciales
La posible disolución de la CEDEAO tendría efectos devastadores para África Occidental. Saani advierte sobre un panorama “caótico” y “desastroso”, donde la paralización de negocios, el cierre de fronteras y la imposición de visados complicarían el comercio y la movilidad. La CEDEAO ha sido crucial en la restauración de la paz en crisis pasadas, como en Sierra Leona y Liberia, destacando su influencia militar y capacidad para fomentar la estabilidad política y el crecimiento económico.
A pesar de los desafíos actuales, la CEDEAO sigue siendo una entidad vital para la integración económica y la estabilidad en África Occidental. La reintegración de Níger, Burkina Faso y Mali será crucial para determinar si la CEDEAO puede superar esta crisis y continuar su misión de unir la subregión bajo un mismo paraguas económico y de seguridad.