La reciente muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, ha generado incertidumbre tanto entre los seguidores del grupo como en la comunidad internacional. Nasralá, quien encabezó la organización durante décadas, falleció a finales de la semana pasada, lo que ha provocado fuertes reacciones en Líbano y una creciente preocupación sobre el futuro del “Eje de la Resistencia”, la alianza de milicias proiraníes que se oponen a Israel y Estados Unidos.
El impacto en Hezbolá y su liderazgo
La noticia de la muerte de Nasralá sacudió a los seguidores de Hezbolá. Rita, una productora de 34 años en Beirut, afirmó que “es el fin de una era” y que sus seguidores sienten que Irán los ha defraudado. Sin embargo, otros, como Ahmad, un comerciante libanés, creen que Hezbolá seguirá adelante. “Sus combatientes creen en el martirio”, mencionó, sugiriendo que la ideología del grupo es más fuerte que la pérdida de un líder.
Naim Qasem, el líder adjunto de Hezbolá, intentó calmar a la base del grupo en un discurso televisado, asegurando que el proceso para elegir al sucesor de Nasralá ya está en marcha. A pesar de los recientes ataques de Israel, Hezbolá no ha sido derrotado, y Qasem advirtió que si las tropas israelíes invaden Líbano, el grupo está preparado para enfrentarlas.
Hezbolá: más que un grupo armado
Aunque Hezbolá ha perdido a importantes líderes, la organización está diseñada para reemplazarlos rápidamente. Según Amal Saad, profesora de política en la Universidad de Cardiff, Hezbolá ha estructurado sus operaciones de manera que cualquier vacío de liderazgo sea cubierto sin interrupciones. El grupo sigue lanzando cohetes contra Israel y continúa siendo una fuerza importante tanto en el plano militar como en el político.
En la sociedad libanesa, Hezbolá es más que una milicia; es un proyecto identitario que mezcla el islam y la resistencia. Mohanad Hage Ali, del Centro Carnegie para Oriente Medio, afirma que “este tipo de organizaciones no mueren cuando sus líderes lo hacen”, ya que la ideología del grupo está profundamente entrelazada con la comunidad chiíta en Líbano.
El “Eje de la Resistencia” en peligro
Hezbolá es el actor más poderoso dentro del “Eje de la Resistencia”, pero la muerte de Nasralá ha debilitado esta narrativa de resistencia que ha perdurado durante más de tres décadas. Según los expertos, su desaparición podría tener repercusiones graves en la cohesión y efectividad de esta alianza, que incluye milicias en Yemen, Irak, Siria y Líbano.
La reputación de Hezbolá como el miembro más fuerte de esta coalición proiraní está en juego, y los efectos a largo plazo aún están por verse. Sin embargo, la muerte de Nasralá marca el fin de una era para el grupo y plantea desafíos tanto a nivel local como regional.