Imagina la experiencia de caer sobre un agujero negro supermasivo y las fascinantes observaciones que realizarías en el camino. Gracias a simulaciones de la NASA, ahora podemos visualizar este fenómeno con claridad y precisión.
Las simulaciones, llevadas a cabo utilizando la supercomputadora Discover del Centro de Simulación Climática de la NASA, nos ofrecen una perspectiva única de este viaje. La cantidad masiva de datos procesados, equivalente a unos 10 terabytes, permitió completar estas simulaciones en tan solo cinco días, una proeza frente a las décadas que tomaría en un ordenador convencional.
El trayecto comienza a una distancia de 640 millones de kilómetros del agujero negro, y nos acerca gradualmente a este gigante cósmico, que posee una masa de 4,3 millones de veces la del Sol, similar al agujero negro en el centro de la Vía Láctea.
Durante la caída, un astronauta intrépido observaría con detalle el disco de acreción, una nube plana de gas caliente y brillante que rodea al agujero negro. Además, distinguiría anillos de luz brillantes, conocidos como anillos de fotones, formados por haces de luz que orbitan alrededor del agujero negro.
Imagina ahora que este astronauta salta sobre el agujero negro, grabando su descenso mientras el resto de la tripulación observa desde la distancia. En este momento, sus relojes están perfectamente sincronizados.
A medida que se aproxima al horizonte de sucesos, el astronauta observa cómo el disco de acreción y el cielo nocturno se distorsionan cada vez más, formando múltiples imágenes. El brillo del disco de acreción y las estrellas del fondo cósmico aumentan considerablemente debido al efecto Doppler.
Pero al atravesar el horizonte de sucesos, la situación cambia drásticamente. Aunque no experimentaría ningún trauma inicialmente, unos segundos después sufriría la temida “espaguetificación”, debido a la intensa atracción gravitacional del agujero negro.
Sin embargo, existe una posibilidad de escape. Si logra modificar su trayectoria inicial y evitar atravesar el horizonte de sucesos, podría regresar ileso, aunque más joven que el resto de la tripulación debido a los efectos relativistas del viaje.