El primer ministro de Rumania, Marcel Ciolacu, anunció este lunes 5 de mayo su renuncia como jefe de Gobierno, un día después de que el ultranacionalista George Simion obtuviera el 40 % de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
“Esta coalición ya no es legítima, así que presento mi renuncia”, declaró Ciolacu tras reunirse con su partido, el Partido Socialdemócrata (PSD). La coalición gobernante, compuesta por el PSD, el Partido Nacional Liberal (PNL) y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumania (UDMR), también quedó disuelta.
La renuncia implica que el actual gabinete solo podrá mantenerse en funciones por un máximo de 45 días como Gobierno interino. Según medios locales, el presidente interino Ilie Bolojan podría nombrar al actual ministro de Educación, Daniel David, como primer ministro provisional.
Fracaso electoral y metas incumplidas
Marcel Ciolacu recordó que esta coalición surgió tras las elecciones parlamentarias de diciembre. Su propósito era estabilizar el país tras la anulación de la primera ronda de las presidenciales de noviembre de 2024, decisión tomada por el Tribunal Supremo debido a injerencias rusas.
Los objetivos principales de la coalición eran formar un gobierno con liderazgo del PSD y presentar un candidato presidencial único. Sin embargo, esta segunda meta no se alcanzó. Crin Antonescu, el candidato de consenso de la alianza, quedó fuera del balotaje al terminar en tercer lugar.
Antonescu fue superado por el europeísta independiente Nicusor Dan, actual alcalde de Bucarest, quien ahora enfrentará a George Simion en la segunda vuelta, prevista para el 18 de mayo.
La crisis política en Rumania se profundiza en un contexto de creciente polarización. La ciudadanía deberá decidir entre un discurso ultranacionalista y uno enfocado en la integración europea.