Empresarios Preocupados por la Inseguridad en la Ciudad
Acapulco enfrenta una ola de violencia sin precedentes que amenaza con arruinar la temporada de vacaciones de verano 2024. Empresarios locales han manifestado su preocupación por la creciente inseguridad que afecta tanto a residentes como a turistas.
Un Escenario de Violencia Descontrolada
Con 319 asesinatos registrados en el primer semestre del año, Acapulco vive su periodo más violento en seis años. Tan solo en la última semana, se reportaron 30 homicidios dolosos, una cifra alarmante que ha generado un clima de miedo e incertidumbre en la ciudad.
Ramiro González García, empresario de la región, declaró: “La violencia que se vive en este momento sí pone en riesgo la actividad turística y la próxima temporada de vacaciones de verano que inicia en menos de una semana. Acapulco requiere de otra estrategia, pues la violencia ya rebasó a los gobiernos; requerimos más trabajo, más inteligencia y una mayor atención al tema de inseguridad”.
Impacto en el Turismo y la Seguridad Pública
Los actos violentos no solo son frecuentes, sino que han aumentado en gravedad. Los enfrentamientos en vías públicas, secuestros y el uso de drones para ataques son cada vez más comunes. Esta situación ha incrementado el temor entre los habitantes y visitantes, afectando directamente la economía local, que depende en gran medida del turismo.
Javier Flores Figueroa, otro empresario acapulqueño, destacó la necesidad de mejorar la vigilancia con las 600 cámaras de seguridad instaladas en la ciudad. “El funcionamiento de las 600 cámaras debe ser una de las prioridades del gobierno, sobre todo ante la crisis de violencia que se está sufriendo”, afirmó.
Estadísticas Alarmantes
Mayo y junio han sido los meses más violentos en Acapulco durante 2024, según estadísticas oficiales. La falta de una estrategia efectiva por parte del gobierno para combatir la delincuencia ha llevado a los empresarios a exigir medidas más drásticas y coordinadas para garantizar la seguridad en la ciudad.
La violencia no solo pone en riesgo la vida de los acapulqueños, sino también la estabilidad económica de una de las ciudades más emblemáticas de México.