Nigeria enfrenta una de sus crisis de seguridad más graves en años. El presidente Bola Ahmed Tinubu declaró este 26 de noviembre de 2025 una “emergencia de seguridad nacional”, tras una serie de secuestros masivos que han conmocionado al país, incluido el rapto de 303 estudiantes y 12 profesores en el estado de Níger.
Tinubu anuncia reclutamiento masivo para reforzar la seguridad
En un comunicado oficial, Tinubu informó que el Gobierno federal tomó medidas extraordinarias para frenar la violencia. Una de las más importantes es el reclutamiento adicional de 20.000 agentes de Policía, que elevará el número total a 50.000 elementos en todo el país.
El presidente también ordenó el despliegue inmediato de guardias forestales entrenados, con el objetivo de localizar y neutralizar a los grupos armados que operan en zonas boscosas.
“Estos tiempos exigen la colaboración de todos. Como nigerianos, debemos involucrarnos en la seguridad de nuestra nación”, afirmó Tinubu.
Incremento de ataques y secuestros masivos
La declaración de emergencia llegó horas después de que la Policía confirmara un nuevo secuestro: diez personas raptadas en el poblado de Isapa, en el estado de Kwara. Este incidente ocurrió cerca de Ekuru, donde 38 feligreses ya habían sido secuestrados la semana anterior y liberados recientemente.
Además, el Gobierno informó que las 24 niñas secuestradas el 17 de noviembre en un internado del estado de Kebbi fueron liberadas. Sin embargo, la nación sigue en alerta por los secuestros del pasado viernes en la Escuela Católica de Secundaria St. Mary’s, donde fueron raptadas más de 300 personas, aunque alrededor de 50 lograron escapar.
Bandidos y grupos extremistas, la mayor amenaza en Nigeria
Los estados del centro y noroeste sufren ataques constantes de grupos de “bandidos”, organizaciones criminales que realizan secuestros masivos para exigir rescates. En varias ocasiones, las autoridades han señalado que sus operaciones tienen características de terrorismo.
A este escenario se suma la actividad del grupo yihadista Boko Haram, activo desde 2009 en el noreste, así como la presencia de su facción separada desde 2016, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).
Uno de los secuestros más recordados ocurrió en 2014, cuando Boko Haram raptó a 276 niñas en Chibok, un caso que generó indignación mundial. Según la ONU, al menos 91 de ellas siguen desaparecidas.
Un país bajo presión y una estrategia urgente
La declaración de emergencia de seguridad busca acelerar la respuesta del Estado y cerrar el paso a las bandas armadas que han puesto en jaque a varias regiones. La medida también pretende fortalecer el despliegue militar y policial ante una crisis que continúa escalando.
Nigeria espera que el aumento del personal de seguridad y la movilización de fuerzas especializadas puedan reducir los secuestros y restaurar la tranquilidad en las comunidades más afectadas.
Escrito por Juan Antonio Román Morales.
