Un grupo de activistas del movimiento ecologista Última Generación realizó el miércoles una acción de protesta bloqueando el acceso al puerto de crudo de Karlsruhe, desde donde se abastece la mayor refinería de Alemania. Utilizando kayaks, los activistas desplegaron una pancarta con el mensaje “Stop – cerrado por catástrofe climática”, obstruyendo el paso por el canal que conecta el puerto con el río Rin.
En un comunicado, el colectivo denunció la complacencia de las corporaciones petroleras ante las devastadoras consecuencias de sus acciones y la complicidad de los políticos. Maja Winkelmann, una de las activistas, expresó su preocupación por el futuro de las generaciones venideras, acusando a empresas como Shell de priorizar sus beneficios sobre el bienestar de la sociedad.
La refinería, propiedad de empresas como Shell, Esso y Rosneft, procesa anualmente 16 millones de toneladas de crudo. Esta acción de protesta se suma a otras realizadas este mes por grupos como ‘Ende Gelände’, que bloquearon el acceso a una central térmica de carbón en Scholven, exigiendo el abandono inmediato de esta fuente energética altamente contaminante.
Jule Fink, portavoz de ‘Ende Gelände‘, destacó que la central de Scholven emite alrededor de 20,000 toneladas de dióxido de carbono al día, contribuyendo significativamente al calentamiento global y aumentando el riesgo de que muchas regiones del mundo se vuelvan inhabitables.”
