Beryl, inicialmente una tormenta tropical, se intensificó al alcanzar la costa de Texas el lunes (08.07.2024), cobrando la vida de al menos ocho personas. A su paso, más de 2.3 millones de residentes se encuentran actualmente sin electricidad en la región, incluyendo Houston.
Además de los daños estructurales y la caída de árboles debido a los vientos huracanados, Beryl provocó inundaciones, oleajes y múltiples tornados que agravaron la devastación en Texas y más allá.
Las autoridades continúan con los esfuerzos de búsqueda y rescate mientras mantienen amplias áreas del sureste de Texas sin suministro eléctrico, enfrentando temperaturas récord que podrían alcanzar los 40 grados Celsius esta semana. Se teme que el número de víctimas mortales aumente conforme avanzan las labores de rescate.
En el oeste del país, aproximadamente 40 millones de personas enfrentarán temperaturas superiores a los 38 grados Celsius durante los próximos siete días, según el Servicio Meteorológico Nacional.