El lunes (22.04.2024), cientos de maestros bolivianos protagonizaron una movilización en la ciudad de La Paz en rechazo al proyecto de ley de “jubilación forzosa”, al mismo tiempo que demandaban un aumento en el presupuesto asignado al sector educativo y el pago completo de las horas de clase impartidas.
La marcha, que tuvo como destino el Ministerio de Educación, estuvo marcada por la detonación de petardos dirigidos hacia los policías que custodiaban la zona. En respuesta, los agentes dispersaron a los manifestantes con gas pimienta y munición con pintura.
Esta protesta contó con la participación de docentes de distintas regiones del país, quienes anunciaron su intención de permanecer en la ciudad hasta obtener una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades.
Durante el enfrentamiento, los maestros expresaron su clamor por avanzar, enfrentándose a las fuerzas policiales que protegían las instalaciones ministeriales.
La movilización de los maestros se suma a la convocatoria de huelga de cuatro días anunciada por trabajadores de la salud y docentes universitarios y administrativos de las universidades estatales.
Ante esta situación, la ministra de Trabajo, Verónica Navia, calificó la movilización como injustificada, mientras que el ministro de Educación, Omar Veliz, expresó la disposición del gobierno para dialogar con los maestros y abordar sus demandas, con una reunión programada para el martes.
Según el gobierno, la propuesta de ley tiene como objetivo aumentar las pensiones de jubilación y fortalecer el Fondo Solidario de pensiones mediante un ajuste en las contribuciones de los empleados públicos y privados.
En Bolivia, la edad de jubilación es a partir de los 58 años para hombres y 55 para mujeres, y la pensión se calcula en función de los años de aportación al sistema de pensiones y el nivel salarial. Además, el país cuenta con un fondo solidario que respalda a los jubilados, quienes actualmente suman 219.266 personas.