Las negociaciones de la COP29, que se llevan a cabo en Bakú, Azerbaiyán, enfrentan una crisis tras la retirada de negociadores de países insulares y estados menos desarrollados. Este sábado, la cumbre climática estuvo al borde del colapso luego de que uno de los representantes advirtiera con firmeza que el acuerdo propuesto sería rechazado.
Exigen ser escuchados
La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, expresó la frustración de los países en desarrollo. “Hemos dejado la sala porque tenemos la sensación de que no estamos siendo escuchados”, declaró. Las conversaciones, que deberían haber concluido el viernes, se han extendido, mientras circulan varias propuestas de texto sin lograr un consenso.
Disputa por el financiamiento climático
El principal punto de conflicto es el financiamiento. Los países desarrollados apoyan un objetivo de 300,000 millones de dólares anuales para 2035, mientras que las economías emergentes exigen 500,000 millones de dólares anuales para 2030. Sin embargo, la presidencia de la COP29 ha propuesto una cifra aún menor: 250,000 millones de dólares anuales para 2035.
Este financiamiento es crucial para que los países menos desarrollados puedan combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos. Estas naciones, que contribuyen mínimamente al calentamiento global, son las principales víctimas de fenómenos climáticos extremos.
“No podemos repetir el fracaso de Copenhague”
El enviado especial del clima de Panamá, Juan Carlos Monterrey, advirtió sobre la posibilidad de un desenlace similar al de la cumbre de Copenhague en 2009, considerada un fracaso por no alcanzar acuerdos concretos. “No podemos salir de Bakú como de Copenhague. La gran lucha es la cifra”, afirmó Monterrey.
Un desenlace incierto
Aunque la Unión Europea ha manifestado su interés en continuar las negociaciones, la falta de consenso amenaza con empañar el objetivo principal de esta cumbre: lograr compromisos climáticos más ambiciosos. Los países insulares y en desarrollo insisten en que el financiamiento debe ser justo y proporcional a las necesidades del Sur Global.
Las conversaciones continúan, pero la incertidumbre persiste sobre si esta cumbre logrará superar las diferencias y llegar a un acuerdo significativo.