El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden anunció la retirada de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una medida que llega en los últimos días de su administración. Al mismo tiempo, la isla anunció la liberación de 553 personas encarceladas. Sin embargo, expertos y activistas cuestionan el alcance y las implicaciones de estas acciones.
Liberación de presos sin garantías claras
La directora ejecutiva de Cubalex, Laritza Diversent, expresó decepción ante la falta de transparencia en el proceso. Si bien celebró la noticia de que personas privadas de libertad serán liberadas, lamentó que el gobierno cubano no reconozca la existencia de presos políticos. Tampoco se ha informado quiénes serán liberados ni bajo qué criterios se eligieron las 553 personas mencionadas.
“Los presos políticos se han convertido en moneda de cambio para el gobierno cubano, sin que se le exijan obligaciones claras”, criticó Diversent. Según la jurista, estas liberaciones no son actos de bondad, sino una obligación del Estado, especialmente cuando se han documentado violaciones al debido proceso en muchos casos.
Un gesto político con impacto incierto
John S. Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba, describió la medida de la administración Biden como una “mala praxis política”. Considera que cualquier beneficio es menor frente a la atención negativa generada sobre Cuba en vísperas del nuevo gobierno de Donald Trump, quien ha mantenido una línea dura hacia la isla.
Mauricio de Miranda, economista cubano, señaló que esta decisión podría ser revertida por la próxima administración, dejando su impacto real en la incertidumbre. “El pueblo cubano sigue siendo víctima de un juego político entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos”, afirmó.
Falta de transparencia y desafíos futuros
Las excarcelaciones comenzaron de manera gradual, pero la falta de información oficial ha limitado el apoyo que las organizaciones de la sociedad civil podrían brindar a los liberados. Diversent advirtió que muchos podrían verse obligados a exiliarse debido a la ausencia de garantías contra futuras detenciones arbitrarias.
Implicaciones económicas y políticas
Tamarys Bahamonde, del Centro de Estudios Latinoamericanos de la American University, explicó que si la medida de Biden se mantiene, podría aliviar sanciones financieras que afectan a la isla. También podría incentivar el retorno del turismo europeo, facilitando la obtención de permisos para viajar a EE.UU.
No obstante, Bahamonde subrayó que cualquier mejora depende de transformaciones internas en Cuba. “Se necesitan cambios hacia la democratización para lograr una verdadera independencia”, concluyó.