La participación de Israel en el Festival de Eurovisión 2024 con la canción “Hurricane” ha generado un remolino de controversia y protestas desde su anuncio. Originalmente titulada “Lluvia de octubre”, la canción enfrentó la intervención de la Unión de Radiodifusión Europea (EBU) debido a su referencia directa a un evento políticamente cargado.
La EBU solicitó modificaciones para mantener la apoliticidad del certamen, lo que resultó en el cambio de título a “Hurricane”. Sin embargo, esta modificación desató una serie de acontecimientos que convirtieron la participación de Israel en una tormenta de debates y manifestaciones.
Miles de artistas y activistas de diversos países europeos demandaron la exclusión de Israel del concurso, argumentando paralelismos con la situación de Rusia en 2022 durante la invasión a Ucrania.
La EBU rechazó estas demandas, explicando que la participación de un país en Eurovisión es responsabilidad de las estaciones nacionales de televisión, no de los gobiernos. La EBU también destacó que la emisora israelí KAN no transgrede los estándares de los medios de comunicación públicos, a diferencia de las emisoras rusas, acusadas de transmitir propaganda.
Sin embargo, las protestas continuaron, especialmente en Suecia, donde se congregaron aproximadamente 5,000 manifestantes liderados por la activista Greta Thunberg.
La consigna de la protesta era “Excluir a Israel de Eurovisión, por la paz y una Palestina libre”, y los manifestantes acusaron a Israel de genocidio y colonialismo. A pesar de las restricciones en otros países, en Suecia prevalece una libertad de expresión más amplia, lo que permitió que las protestas se desarrollaran pacíficamente.
La situación se volvió aún más tensa durante el festival, cuando la cantante israelí, Eden Golan, enfrentó abucheos y silbidos en su presentación. A pesar de los desafíos, Israel se mantuvo firme en su participación, aunque la tensión y el conflicto político permeaban el evento.
Además, nueve de los 37 participantes escribieron una carta abierta solicitando un cese inmediato del fuego en la Franja de Gaza, reflejando la sensibilidad política del momento.
En medio de esta controversia, la EBU también investiga un incidente relacionado con el representante de los Países Bajos, Joost Klein, quien no participó en un ensayo general.
Este incidente, junto con los desafíos políticos y sociales, convierte a Eurovisión 2024 en un evento cargado de tensiones y dilemas éticos que reflejan las complejidades geopolíticas de nuestro tiempo.
