Los devastadores incendios que arrasan el sur de California han dejado a los bomberos enfrentando condiciones extremas y una pregunta crucial: ¿se podría haber reducido el impacto del fuego? Expertos y funcionarios locales señalan una combinación de causas naturales y fallos humanos.
Los vientos huracanados y la sequía crearon una “tormenta perfecta”, impidiendo el despliegue de recursos aéreos vitales. Además, el sistema de agua no fue suficiente. Greg Pierce, de UCLA, enfatizó que “ningún sistema del mundo está preparado para estos sucesos”. Sin embargo, mejorar la infraestructura podría haber marcado la diferencia.
Hidrantes secos y presión insuficiente
El colapso de la presión en hidrantes durante el incendio de Palisades resaltó un grave problema. Según Janisse Quiñones, del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles, la demanda de agua fue cuatro veces mayor de lo normal. Los tanques se vaciaron, complicando los esfuerzos.
Cortes de energía agravan la crisis
En Altadena, la falta de electricidad paralizó el bombeo de agua a depósitos críticos. Bob Gomperz explicó que, sin energía, el agua no podía alcanzar las zonas necesarias. Este círculo vicioso refleja la vulnerabilidad del sistema.
Financiamiento insuficiente para prevención
Kristin Crowley, jefa de bomberos de Los Ángeles, advirtió sobre los efectos del recorte de presupuesto en prevención y formación. “Estamos pidiendo a gritos una financiación adecuada”, afirmó, subrayando que los incendios forestales ahora son una amenaza constante debido al cambio climático.
La responsabilidad de los ciudadanos en la prevención
Los expertos también instan a los residentes a tomar medidas preventivas. La limpieza de maleza y la mejora de sistemas de alerta son pasos cruciales. David Barrett, de MySafe:LA, enfatizó la importancia de formar consejos de seguridad contra incendios para obtener recursos y descuentos en seguros.
La magnitud de los incendios en Los Ángeles revela fallos críticos en la planificación y preparación. Mejorar la infraestructura hídrica, reforzar los recursos de prevención, y la colaboración ciudadana son esenciales para mitigar futuras tragedias.