Las devastadoras inundaciones repentinas en la provincia de Baghlan, Afganistán, han cobrado la vida de más de 300 personas, según el recuento preliminar del Programa Mundial de Alimentos (PMA) comunicado el sábado (11.05.2024) a la AFP. Estas cifras superan con creces las estimaciones iniciales proporcionadas por las autoridades locales y otros organismos internacionales.
El PMA informó que las lluvias extraordinariamente intensas en las últimas semanas desencadenaron estas inundaciones catastróficas, que han devastado la región, destruyendo más de 1000 hogares.
La agencia está trabajando arduamente para proporcionar alimentos y asistencia a los sobrevivientes en medio de la tragedia.
A pesar de las estimaciones divergentes, el Gobierno interino de los talibanes ha revisado al alza su conteo de muertos, aunque aún es significativamente menor que las cifras reportadas por los organismos internacionales. Según las últimas cifras proporcionadas, 153 personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas, con la posibilidad de que el número de muertos aumente a medida que se obtenga más información.
Los datos de los talibanes indican que la mayoría de las víctimas, 131 en total, se registraron en Baghlan, mientras que otras 21 perdieron la vida en la provincia vecina de Takhar y 2 en Badakhshan. Aunque otras provincias como Samangan, Faryab, Herat y Ghor también resultaron afectadas, aún no se han proporcionado detalles sobre el número de muertos en esas áreas.
Afganistán, catalogado como uno de los países más vulnerables al cambio climático, sufre repetidamente los embates de desastres naturales como inundaciones mortales.
La situación se ve agravada por la falta de ayuda internacional y la congelación de fondos después de la toma del poder por parte de los talibanes en 2021. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advierte sobre la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada para hacer frente a las emergencias en el país.