El expresidente y actual candidato presidencial de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su intención de anexionar Groenlandia. En una entrevista con el pódcast conservador The Vince Show, justificó su postura con razones de seguridad internacional y estrategia militar.
“Necesitamos a Groenlandia para la seguridad internacional. La necesitamos; debemos tenerla. Es vital para una postura de defensa, sobre todo teniendo en cuenta cómo está el mundo. Odio tener que decirlo así, pero vamos a tener que hacerlo”, declaró Trump.
JD Vance y su visita estratégica a Groenlandia
Las declaraciones de Trump coinciden con la visita inminente del vicepresidente JD Vance a la base militar de Pituffik, ubicada en Groenlandia. Trump aseguró que el propósito del viaje es “convencer a los habitantes” de unirse a Estados Unidos.
“Vamos a tener que convencerlos”, insistió Trump, sugiriendo que Washington busca presionar políticamente a Groenlandia y Dinamarca para lograr una anexión.
Rechazo de Dinamarca
El gobierno de Dinamarca, país al que pertenece Groenlandia como territorio autónomo, calificó las declaraciones de Trump como agresivas e inaceptables.
Además, la visita de JD Vance generó polémica. Su esposa, Usha Vance, canceló su asistencia a un evento tradicional de trineos con perros en Groenlandia. Autoridades de Nuuk, capital groenlandesa, presionaron para que no participara, reflejando el malestar diplomático con Estados Unidos.
El interés de EE.UU.
Groenlandia tiene un gran valor estratégico debido a su ubicación en el Ártico, su riqueza en recursos naturales y la presencia de la base aérea de Pituffik. Esta instalación es clave para el monitoreo militar y espacial de EE.UU.
En 2019, Trump intentó comprar Groenlandia, pero Dinamarca rechazó la oferta. La insistencia en su anexión muestra el interés de EE.UU. en fortalecer su presencia en el Ártico. También busca limitar el avance de China y Rusia en la región.
Tensión internacional en aumento
Las declaraciones de Trump y la visita de Vance han generado un conflicto diplomático. Dinamarca ha expresado su preocupación por los intentos de Washington de influir en Groenlandia. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, que podrían redefinir el equilibrio de poder en el Ártico.