Panamá, 4 de abril de 2025 – La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció el inicio de una licitación para construir un gasoducto de 80 kilómetros. Este proyecto permitirá transportar gas licuado de petróleo (GLP) entre el Caribe y el Pacífico sin necesidad de cruzar la vía acuática.
El Canal de Panamá apuesta por diversificar su operación
La Junta Directiva del canal, presidida por el ministro para Asuntos del Canal, José Ramón Icaza, autorizó el inicio del proyecto. El objetivo es fortalecer la competitividad y garantizar la sostenibilidad de la vía en el largo plazo.
Este gasoducto facilitará el traslado de GLP desde el Caribe panameño hasta el Pacífico. El combustible, que llegará en buques desde la costa este de Estados Unidos, será cargado en nuevos navíos rumbo a Asia. Gracias a este proceso, se evitará que esas embarcaciones pasen por el canal.
“El movimiento de gas licuado de petróleo es un negocio altamente relevante. Su demanda se duplicará en los próximos diez años. Pero no es posible duplicar los tránsitos de buques gaseros por el canal”, explicó Ricaurte Vásquez, administrador de la ACP.
Una respuesta estratégica ante las tensiones con Estados Unidos
El anuncio ocurre en un momento clave. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con recuperar el control del canal, un recurso vital para el comercio global. Frente a esa presión, Panamá refuerza su soberanía mediante proyectos energéticos que mejoran su infraestructura y su autonomía.
La ACP afirmó que el gasoducto no solo complementará las operaciones actuales del canal. También abrirá nuevas rutas para el comercio de hidrocarburos y posicionará al país como un centro energético regional.
Ubicación estratégica y beneficios para Panamá
El gasoducto se instalará en la ribera oeste del canal, lejos de las principales ciudades como Panamá y Colón. Esta ubicación reduce el impacto urbano y facilita la operación logística.
Aunque Panamá ya cuenta con un oleoducto que conecta el Pacífico con el Atlántico, ese sistema es privado. En cambio, este nuevo gasoducto será administrado directamente por la ACP. Esta diferencia fortalece el control estatal sobre infraestructuras estratégicas.
Con esta obra, Panamá da un paso firme hacia el futuro. El país se posiciona como un puente energético clave entre América y Asia en un contexto donde la demanda de GLP sigue creciendo.