La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció el domingo (23 de junio de 2024) que a partir del 1 de octubre buscará consolidar la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército.
Fortalecimiento de la Guardia Nacional
Durante la inauguración de un cuartel de la Guardia Nacional en Oaxaca, acompañada por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum destacó que, en solo cinco años de operación, esta corporación de seguridad “ya tiene el reconocimiento del pueblo de México”. Subrayó la importancia de seguir fortaleciendo y consolidando la Guardia Nacional como parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de una reforma constitucional en el Congreso de la Unión.
Ambos líderes aseguraron que el próximo gobierno (2024-2030) continuará la política de seguridad y militarización iniciada por López Obrador con la creación de la Guardia Nacional en 2019, inicialmente prometida bajo control civil.
Continuidad en la Política de Seguridad
López Obrador expresó su satisfacción al saber “que la Guardia Nacional va, como debe de ser, a formar parte de la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional. Es una muy buena noticia”, afirmó.
En febrero, López Obrador presentó un paquete de 20 iniciativas, 18 de ellas de carácter constitucional, que incluían la transferencia del control de la Guardia Nacional a la Sedena. En abril de 2023, el mandatario había anticipado que insistiría en esta medida durante el tramo final de su gestión, tras la declaración de inconstitucionalidad de la reforma legal promulgada en septiembre de 2022 por la Suprema Corte. La Corte argumentó que la Constitución establece que la Guardia Nacional debe estar bajo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Con 130.000 agentes, la Guardia Nacional ha sido un componente clave en la estrategia de seguridad de López Obrador. La integración plena a la Sedena es vista como un paso hacia la consolidación de un enfoque más militarizado en la seguridad pública de México.
