Alhurra, medio financiado por el gobierno estadounidense, dejará de transmitir tras recortes presupuestarios ordenados por la administración Trump.
Fin de una apuesta mediática en Medio Oriente
La cadena de televisión Alhurra, que transmitía en árabe desde 2004 con financiamiento del gobierno de Estados Unidos, anunció el cese de sus emisiones este sábado 12 de abril de 2025. La decisión llega tras el corte total de fondos por parte de la administración del presidente Donald Trump, como parte de una política de reducción de gastos que afecta directamente a los medios respaldados por Washington.
Alhurra fue creada luego de la invasión estadounidense a Irak, con el objetivo de contrarrestar la narrativa crítica de cadenas como Al Jazeera, financiada por Qatar. A lo largo de dos décadas, la televisora se mantuvo como una alternativa informativa en Medio Oriente, aunque con audiencias limitadas frente a competidores más consolidados como Al Arabiya y Sky News Arabia.
Recortes impulsados por la nueva administración
Según Jeffrey Gedmin, presidente de Middle East Broadcasting Networks (MBN), empresa matriz de Alhurra, la decisión del gobierno representa un golpe estratégico en la región. “No tiene sentido eliminar a MBN como una voz sensata en los medios árabes, dejando el terreno libre a los extremistas y adversarios de EE.UU.”, afirmó en un comunicado.
La drástica medida se enmarca en una campaña de recorte presupuestario promovida por Elon Musk, aliado político de Trump, quien ha liderado la revisión del gasto público en varios sectores.
Despidos masivos y operaciones digitales mínimas
En un memorando interno dirigido al personal, Gedmin confirmó el despido de la mayoría de los empleados, calificando la situación como “una vergüenza”. Aseguró que intentó dialogar con Kari Lake, asesora cercana a Trump y encargada de supervisar los medios financiados por el gobierno, sin éxito.
A pesar del cierre del canal de televisión, MBN buscará mantener una mínima operación digital con apenas unas decenas de trabajadores. El futuro del proyecto, sin embargo, permanece incierto.
Una batalla mediática perdida
Con una cobertura estimada de más de 30 millones de personas en 22 países, Alhurra nunca logró posicionarse como líder de audiencia en el mundo árabe. A diferencia de sus rivales, el canal enfrentó cuestionamientos por su línea editorial proestadounidense y su dependencia financiera de Washington.
El cierre de Alhurra representa el fin de una era para la estrategia comunicacional de EE.UU. en Medio Oriente. Mientras tanto, cadenas como Al Jazeera y Al Arabiya continúan dominando la conversación en la región, marcando la agenda informativa y política.
