La medida busca reiniciar relaciones diplomáticas tras la caída del régimen de Bashar al-Assad y el ascenso del nuevo gobierno sirio.
Washington D.C., 30 de junio de 2025.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que pone fin a una serie de sanciones impuestas a Siria, marcando un cambio radical en la política exterior estadounidense hacia la nación árabe. La medida entrará en vigor este martes, según informó la Casa Blanca.
La decisión sigue a los primeros contactos diplomáticos formales entre Washington y el nuevo gobierno de Damasco, liderado por Ahmed al Sharaa, y representa un intento por reconfigurar las relaciones geopolíticas tras más de una década de conflicto.
Sanciones se mantienen para Al Assad y actores extremistas
Aunque el levantamiento de sanciones beneficiará a ciertos sectores del aparato económico y civil de Siria, la administración Trump dejó claro que el castigo internacional seguirá vigente para el expresidente Bashar al-Assad, así como para sus asociados, violadores de derechos humanos, narcotraficantes, responsables del uso de armas químicas, y afiliados a ISIS o a representantes del régimen iraní.
“La orden permite la relajación de controles de exportación sobre ciertos bienes y elimina restricciones para la asistencia extranjera no militar a Siria”, indicó el gobierno estadounidense en un comunicado.
EE.UU. busca apoyar la reconstrucción sin empoderar a grupos peligrosos
El embajador de Estados Unidos en Turquía, Thomas Barrack, calificó la medida como una “ventana diplomática” única que podría facilitar la reconstrucción del país y estabilizar la región, sin empoderar a grupos extremistas o regímenes autoritarios.
“El presidente cree que Siria merece una oportunidad”, señaló Barrack en una llamada con periodistas. “La decisión incluye considerar la integración de kurdos y otros actores que ayudaron en la lucha contra ISIS dentro del nuevo marco político sirio”.
El nuevo rostro de Siria: ¿una apuesta arriesgada?
La figura de Ahmed al Sharaa, el nuevo presidente interino sirio, ha generado controversia en círculos internacionales. Al Sharaa fue fundador del Frente al Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria, y estuvo encarcelado durante casi cinco años en Irak por tropas estadounidenses. Sin embargo, tras la caída del régimen de Al Assad, ha emergido como líder de un gobierno que busca reconocimiento global.
Trump ya había adelantado esta decisión el pasado 13 de mayo, durante su discurso en el Foro de Inversiones en Arabia Saudí, donde calificó las sanciones previas como “devastadoras pero necesarias”.
Un día después, el mandatario estadounidense sostuvo un encuentro histórico con Al Sharaa durante una cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en Riad, en lo que representó el primer contacto de alto nivel entre ambos países en 25 años.
¿Un nuevo capítulo en Oriente Medio?
Desde la caída de Bashar al-Assad, delegaciones estadounidenses de legisladores, empresarios y funcionarios han visitado Damasco en busca de redefinir los vínculos bilaterales. La orden ejecutiva de Trump representa el primer paso concreto para institucionalizar esa nueva relación.
“Esta es una oportunidad que nunca tuvimos con Irán”, enfatizó Barrack. “El presidente quiere evitar errores del pasado y apuesta por una Siria aliada contra el extremismo”.
La comunidad internacional permanece expectante ante los efectos de esta medida en un país que aún enfrenta profundas heridas tras más de una década de guerra civil.
Redacción: Juan Antonio Roman Morales