La lucha contra el cambio climático seguirá siendo una prioridad para las instituciones europeas en los próximos cinco años. Sin embargo, en los discursos sobre energías limpias y la protección del agua, no se menciona ni la “justicia climática” ni las “víctimas de la crisis climática”. Para América Latina y el Caribe, regiones especialmente afectadas por desastres climáticos, esto es crucial. Un ejemplo reciente es el desplazamiento de 1,200 indígenas de una isla frente a Panamá en junio de 2024 debido al aumento del nivel del mar.
“Es fundamental que la Unión Europea continúe con el Green Deal (Pacto Verde), enfocado en la adaptación climática y una transición verde inclusiva”, comenta Virginijus Sinkevicius, vicepresidente del nuevo Parlamento Europeo y ex comisario europeo de Acción Climática, en una entrevista con DW.
La Urgencia de la Justicia Climática
La pregunta clave es: ¿qué significa realmente “no dejar a nadie atrás”? ¿Por qué la justicia climática no está en la agenda? Sinkevicius responde que la crisis climática es diferente a una guerra, donde el dolor y la destrucción son inmediatos. El cambio climático es un proceso lento y por eso falta reconocimiento en la sociedad. No obstante, la reciente Jornada Europea para las Víctimas de la Crisis Climática, celebrada el 15 de julio por segunda vez, representa un avance significativo.
Más Allá de la Ayuda Humanitaria
Según el último informe de Naciones Unidas, 41 millones de personas en zonas costeras de América Latina y el Caribe están amenazadas por el cambio climático. Mientras en el “norte” se propone un canje de deuda externa por acción climática y ayuda humanitaria, en el “sur” se plantea la creación de un fondo para compensar a las víctimas, especialmente mirando hacia la COP29. ¿Es factible?
“Las discusiones sobre nuevos fondos son complicadas. La UE, el único bloque con un plan claro para reducir emisiones, está tomando acciones, pero nuestras medidas no serán suficientes si los mayores emisores no cambian”, apunta Sinkevicius.
La Dicotomía de la Extracción Verde
El panorama se complica con los planes verdes de Bruselas: Europa busca socios internacionales para el suministro de hidrógeno verde, y varios países de América Latina están en la lista. Sin embargo, la extracción de estos recursos a menudo impacta negativamente a las poblaciones locales, especialmente en términos de polución y acaparamiento de fuentes de agua.
“El riesgo de escasez hídrica es real. Los estudios de impacto deben preceder cualquier extracción. Si hay riesgo de polución del agua, esa extracción no debe realizarse o debe desplazarse a zonas seguras”, aclara Sinkevicius.
La Conciencia de Bruselas
Las consecuencias del cambio climático han llevado a muchos defensores del medioambiente y de territorios afectados a Bruselas para buscar apoyo. “Entendemos que si el cambio climático amenaza a una región, rápidamente se convierte en un problema para la UE. Los migrantes climáticos ejercen presión aquí”, responde Sinkevicius.
Con una mayor presencia de fuerzas políticas que reniegan del Pacto Verde en el Parlamento Europeo, la receptividad hacia las víctimas del cambio climático es incierta. “Ni una sola institución ni un país pueden resolver esto. Se requiere cooperación con los gobiernos y organizaciones regionales”, subraya Sinkevicius.
En la relación con América Latina y el Caribe, Europa deberá profundizar en la lucha contra las drogas, la deforestación y en los esfuerzos por el bienestar de la Amazonía.