El vínculo entre el cambio climático y la salud humana es cada vez más evidente y preocupante. En nuestra región, América Latina y el Caribe, estamos experimentando los efectos devastadores de este fenómeno en la salud de nuestras comunidades. Desde golpes de calor mortales hasta enfermedades transmitidas por agua contaminada, el cambio climático está dejando su huella en nuestra salud y bienestar.
Los impactos del cambio climático en la salud:
Un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado “Chequeo médico: cambio climático y salud”, revela cifras alarmantes sobre los efectos del cambio climático en la salud de nuestra región.
Por ejemplo, el aumento de las muertes relacionadas con el estrés térmico ha sido del 160% en América del Sur entre 2000 y 2021, lo que representa un riesgo significativo para los adultos mayores, niños y trabajadores al aire libre.
Además, eventos climáticos extremos como inundaciones y sequías están exacerbando la propagación de enfermedades gastrointestinales y transmitidas por mosquitos, como el dengue y la malaria.
Soluciones para proteger la salud frente al cambio climático:
Frente a estos desafíos, es fundamental tomar medidas urgentes para proteger la salud de nuestras comunidades. El informe del BID propone una serie de soluciones, que van desde la adaptación de los sistemas de salud hasta la implementación de políticas de protección social en salud. Esto incluye la vigilancia epidemiológica adaptada a los problemas climáticos, planes de contingencia para enfrentar eventos extremos y la inversión en infraestructura de salud resiliente. Asimismo, se destaca la importancia de programas focalizados y políticas que promuevan la cobertura universal en salud.
La importancia de la acción inmediata:
La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestros sistemas de salud, y la crisis climática representa un nuevo desafío urgente. Si bien existen soluciones disponibles, es necesario actuar con determinación desde la política pública para implementarlas de manera efectiva. No podemos permitirnos esperar más: el cambio climático está cobrando vidas y todos somos vulnerables. Es hora de tomar medidas concretas para proteger nuestra salud y la de las generaciones futuras.