Los declives de Marcelo y Monreal

Los declives de Marcelo y Monreal

Política

LECTURA POLÍTICA por Noé Mondragón Norato

La percepción que se tiene de Marcelo Ebrard Casaubón, senador plurinominal y recién designado secretario de Economía en el virtual gabinete presidencial de Claudia Sheinbaum, es claro: un conducto para tender pactos y acuerdos con priistas. Es algo simular a lo que proyecta el senador Ricardo Monreal Ávila, cuyo desempeño en el Morena y en las decisiones del gabinete presidencial de AMLO siempre ha sido visto con recelo. Ambos personajes han perdido plusvalías dentro de la rueda del poder morenista. Y van en franco declive. Hay que rastrear las pistas.

DESTINOS PARALELOS. – Tanto Marcelo Ebrard como Ricardo Monreal se anotaron como “corcholatas” morenistas en la disputa presidencial pasada. No les alcanzó, pero al igual que en la dinámica priista del “chapulineo”, no se quedaron desprotegidos. Marcelo pasó al senado. Y del senado, Monreal pasó como diputado federal. Ambos por la vía plurinominal o de lista nacional. Las posiciones legislativas ominosas que la presidenta electa prometió eliminar. De ahí se lee lo demás:

Los declives de Marcelo y Monreal

1.- Marcelo Ebrard ya se anticipó: en la elección presidencial del 2030 competirá de nuevo para ser presidente del país. No repara en cómo se muevan los tiempos. Ni tampoco la metamorfosis de las circunstancias. Cumpliría para esa fecha 71 años. Lo cual revela la ausencia de liderazgos en el Morena. Y la instauración progresiva de una gerontocracia. Pero en ese trayecto sembró en Guerrero un cuadro político que ya lo chamusca y lo desgasta aceleradamente, encarnada en la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez. Ante la visible pasividad proyectada para contener la ola de violencia, la edil siempre ha renunciado tácitamente a su papel como autoridad municipal, mirando de soslayo las crisis que la ponen contra las cuerdas y responsabilizando a otras instancias de lo que ahí ocurre en materia de crimen y delito. Concretamente, a la Fiscalía estatal y la propia Federación.

Como si los acapulqueños la hubieran elegido para pagarle su oneroso salario y que se limite a cobrarles únicamente los impuestos. A cambio, los dota de raquíticos servicios públicos.

Desde luego, no está incluida la seguridad pública, pues aduce con reiteración que no le corresponde, pese a que la desmientan con creces la Ley Orgánica del Municipio Libre y el propio Bando de Policía y Gobierno que rige su actividad. Y como no se ve de qué forma pueda Abelina revertir todo el desprestigio acumulado a lo largo del trienio que está a punto de concluir −anticipándose apocalípticamente lo peor en el próximo que inaugurará su reelección−, a Marcelo Ebrard ya se le está cayendo por anticipado una plaza codiciada y territorio donde ganó la encuesta a la propia Claudia Sheinbaum.

Los declives de Marcelo y Monreal

Por obvias razones, la presidenta electa estaría prescindiendo de los cuadros políticos de Marcelo que en nada le abonan al “segundo piso de la 4T”. Aparece tétricamente, la ineficacia como caldo de cultivo en la tarea de gobernar. Un pesado lastre que la morenista ya no se podrá quitar de encima tan fácilmente.

2.- El zacatecano Ricardo Monreal fue acusado de haber operado en la Ciudad de México durante la pasada elección de 2021, con un solo propósito: cercenar las preferencias ciudadanas a favor de Claudia Sheinbaum, quien la gobernaba en ese entonces. Y ya la percibía como potencial adversario interno para el 2024. Las huestes morenistas lo acusaron de traidor. Porque dicho partido perdió nueve de las dieciséis alcaldías. Pese a ello, Monreal se mantuvo en actitud desafiante con algunas iniciativas presidenciales que pasaron a discusión legislativa en el senado, donde asumió como el coordinador de la fracción morenista.

Y llegado el momento, se metió a la pelea en la sucesión presidencial. Fue una “corcholata” más. Pese a que siempre fue visto con recelo por el propio AMLO, Monreal negoció su derrota: de senador pasó como diputado federal plurinominal en la próxima legislatura. Y amarró la candidatura por la alcaldía Cuauhtémoc a favor de su hija Caty Monreal, quien perdió la elección.

Esa alcaldía había sido gobernada por el propio Ricardo Monreal de 2015 a 2017. Y evaluó que el antecedente lo dotaba de la fuerza electoral suficiente para que su hija ganara. De algún modo, la militancia morenista le cobró la afrenta electoral del 2021. Y la aspirante ganadora Alessandra Rojo de la Vega (de la alianza PRI-PAN-PRD), acusó de influyentismo al actual senador al pretender arrebatarle el triunfo en los tribunales.

Los declives de Marcelo y Monreal

Como sea, tanto Marcelo Ebrard como Ricardo Monreal, son dos estrellas políticas morenistas en declive. Y solamente ellos mismos no se dan cuenta de su grisácea e incierta prospectiva de poder.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Ironías de la política: mientras que el exedil perredista de Iguala, José Luis Abarca Velázquez ganó un amparo para que le otorguen la prisión domiciliaria por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero; en el partido Movimiento Ciudadano (MC) se formó en la fila para competir por la dirigencia estatal de ese partido, el también polémico Sebastián de la Rosa Peláez.

Abarca Velázquez estuvo involucrado en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, pues gobernaba aquel municipio de la región Norte cuando ocurrieron esos hechos. Y desde el PRD, Sebastián de la Rosa fue junto con Lázaro Mazón Alonso, dos de los principales impulsores de su candidatura a la alcaldía en el 2012. El MC reclutó así, a una dupla de personajes muy cuestionados del pasado reciente. Lázaro acaba de perder la alcaldía de Iguala compitiendo bajo las siglas naranjas (ya había perdido en 2018 la diputación local y en 2021 la diputación federal como aspirante del PRD). Y Sebastián rehúye las urnas deliberadamente. Apela al olvido ciudadano de sus actos. Qué tal. 

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