La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha condenado enérgicamente el arresto de siete de sus trabajadores por parte de los rebeldes hutíes en Yemen. Estos incidentes agravan aún más la ya delicada situación humanitaria y política en el país, que enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Detención arbitraria y demanda de liberación inmediata
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó estas detenciones como arbitrarias y exigió la “liberación inmediata y sin condiciones” de los empleados retenidos en zonas controladas por los hutíes. Según Guterres, estas acciones violan los principios fundamentales de las organizaciones humanitarias y dificultan la ayuda internacional en una nación devastada por más de una década de guerra civil.
Los hutíes, respaldados por Irán y vinculados a grupos como Hamás y Hezbolá, no han emitido declaraciones oficiales sobre estos arrestos. Sin embargo, en el pasado han acusado a las organizaciones internacionales de espionaje, alegaciones que la ONU rechaza categóricamente.
Suspensión de actividades en zonas hutíes
En respuesta a los recientes arrestos, Julien Harneis, coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU en Yemen, anunció la suspensión temporal de todas las actividades oficiales en las áreas bajo control hutí. Esta decisión busca garantizar la seguridad del personal y presionar por la liberación de los detenidos.
Cabe recordar que en junio de 2024, los hutíes ya habían arrestado a 13 empleados de la ONU, más de 50 trabajadores de organizaciones no gubernamentales y un empleado de una embajada. En aquel momento, los rebeldes alegaron que habían desmantelado “una red de espionaje estadounidense-israelí” operando bajo la fachada de la ayuda humanitaria, una acusación rechazada por la comunidad internacional.
Contexto de una crisis humanitaria devastadora
La situación en Yemen es crítica. Tras años de conflicto, el país enfrenta niveles alarmantes de hambre, pobreza y desplazamiento forzado. La guerra civil ha dejado millones de personas al borde de la inanición y ha limitado severamente el acceso a servicios básicos, como agua potable y atención médica.
La ONU ha señalado que los bloqueos y las acciones de los hutíes agravan la crisis al obstaculizar el trabajo de las agencias humanitarias en las zonas más afectadas.
Respuesta internacional
El reciente decreto del presidente estadounidense, Donald Trump, que clasifica a los hutíes como una “organización terrorista extranjera”, podría tener implicaciones significativas en la dinámica del conflicto. Aunque la medida busca aislar a los hutíes, organizaciones internacionales han advertido que podría dificultar la entrega de ayuda humanitaria a las comunidades más vulnerables.
La ONU y sus aliados internacionales siguen trabajando para presionar a los hutíes y garantizar la liberación de todos los trabajadores humanitarios detenidos, reiterando la necesidad de priorizar la paz y el bienestar de la población civil.
