Lima, 14 de mayo de 2025 – En un nuevo capítulo de inestabilidad política en Perú, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, presentó su renuncia irrevocable este martes, anticipándose a una moción de censura impulsada en el Congreso por su presunta incapacidad para enfrentar la creciente ola de criminalidad que azota al país.
La dimisión fue anunciada en una transmisión oficial desde el Palacio de Gobierno, donde Adrianzén, acompañado por la presidenta Dina Boluarte y el resto del gabinete ministerial, leyó un breve discurso cargado de simbolismo político. “Presidenta, pensando en los altos intereses de la patria, me asiste hoy el deber de presentar ante usted mi renuncia irrevocable”, expresó solemnemente el saliente premier.
¿Por qué renunció Gustavo Adrianzén?
La renuncia de Adrianzén, quien asumió el cargo en marzo de 2024, se produce en medio de fuertes cuestionamientos por su gestión en materia de seguridad ciudadana. Diversas bancadas del Congreso habían presentado una moción de censura que se preveía sería debatida y votada en las próximas horas. Ante un escenario político adverso, el jefe de gabinete optó por anticiparse a una posible destitución.
A pesar de su salida, Adrianzén defendió su gestión señalando que lideró al Ejecutivo “en sus horas más difíciles”, y que durante sus quince meses de mandato se lograron avances que calificó como “imposibles de enumerar”. Sin embargo, las cifras actuales de aprobación al Gobierno pintan un panorama distinto: la última encuesta nacional otorga a Boluarte una aprobación que ronda el 0 %, evidenciando una profunda crisis de legitimidad.
¿Qué sigue para el Gobierno de Dina Boluarte?
Con esta renuncia, Boluarte deberá designar a un nuevo primer ministro, el cuarto en lo que va de su mandato de dos años y medio. El nuevo jefe del gabinete ministerial estará obligado, según el protocolo constitucional, a presentarse ante el Congreso para solicitar un voto de confianza, procedimiento clave para mantener la estabilidad del Ejecutivo.
Esta dimisión se da pocas horas después de que se juramentaran tres nuevos ministros en el gabinete, lo que refleja la fragilidad de la estructura política actual en Perú. La rápida rotación de figuras clave en el Gobierno y la presión constante del Congreso son síntomas claros de una crisis institucional que persiste desde hace años en el país andino.
Contexto: Inseguridad y descontento ciudadano
La gestión de Adrianzén ha sido duramente criticada por su débil respuesta ante la inseguridad ciudadana, uno de los temas más sensibles para la población. En ciudades como Lima, Trujillo y Arequipa, los índices de criminalidad se han disparado, generando temor y malestar generalizado. Este clima de tensión ha sido aprovechado por sectores políticos para exigir cambios inmediatos en el Ejecutivo.
Un Gobierno en constante reestructuración
Desde que asumió la presidencia tras la destitución de Pedro Castillo, Dina Boluarte ha enfrentado una administración turbulenta, marcada por protestas, crisis ministeriales y una persistente baja popularidad. La salida de Adrianzén solo suma un nuevo elemento a una gestión que no logra consolidarse ni generar confianza entre la ciudadanía.
Con la mirada puesta ahora en quién será el nuevo presidente del Consejo de Ministros, el país observa con expectativa los próximos pasos del Ejecutivo. ¿Podrá Boluarte recomponer su gabinete y recuperar algo de gobernabilidad? ¿O este episodio marcará el inicio de una nueva etapa de inestabilidad política?