El presidente estadounidense firma orden ejecutiva en su primer día en el cargo, reavivando tensiones migratorias y comerciales con México.
Donald Trump, en su regreso a la presidencia de Estados Unidos, firmó este lunes una orden ejecutiva que declara una emergencia nacional en la frontera con México. Desde el Despacho Oval, la medida autoriza al Departamento de Defensa a desplegar fuerzas militares, incluidos soldados y la Guardia Nacional, para reforzar la seguridad fronteriza y combatir la inmigración irregular y el tráfico de drogas.
La reactivación de políticas migratorias polémicas
Trump confirmó el restablecimiento del programa “Quédate en México”, suspendido durante la administración de Joe Biden. Este programa obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se procesan sus casos en EE.UU. Sin embargo, la implementación depende del apoyo de México, país al que el presidente republicano ha advertido con nuevos aranceles comerciales si no coopera con sus políticas migratorias.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump logró que México aceptara recibir a migrantes deportados de otras nacionalidades para evitar la imposición de gravámenes al comercio. La estrategia podría repetirse en esta nueva etapa de tensiones bilaterales.
México reafirma su compromiso con sus ciudadanos
Antes de la investidura de Trump, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó los avances del programa CBP One, diseñado para facilitar el retorno de ciudadanos mexicanos deportados. Aunque reafirmó el compromiso de recibir a sus nacionales, Sheinbaum no detalló la postura oficial frente a los deportados de otros países.
Sheinbaum también presentó una aplicación móvil con un botón de alerta que conecta a los migrantes con la red consular mexicana en Estados Unidos para casos de detención. La medida busca brindar apoyo inmediato a connacionales en riesgo de ser expulsados.
Implicaciones humanitarias y políticas
La reactivación de políticas migratorias estrictas podría afectar a cientos de miles de migrantes provenientes de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Haití y El Salvador. Organismos de derechos humanos advierten que las deportaciones masivas incrementarán la vulnerabilidad de estas personas, muchas de las cuales huyen de persecuciones políticas y violencia en sus países de origen.
Un panorama de tensión y desafíos
Con esta orden ejecutiva, Trump marca el tono de una presidencia que promete un enfoque agresivo en materia migratoria. Mientras tanto, la relación con México enfrenta un nuevo capítulo de desafíos, donde la cooperación y las amenazas económicas volverán a jugar un papel central.
