El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, hizo un llamado urgente este domingo, 24 de noviembre de 2024, desde Beirut para alcanzar un alto al fuego inmediato entre Israel y Hezbolá, tras un aumento de la violencia en la frontera sur de Líbano.
Crisis en Líbano: una nación al borde del colapso
Borrell señaló que, aunque su última visita en septiembre buscaba evitar una guerra abierta, la situación actual deja a Líbano al borde del colapso. Durante su reunión con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, y el primer ministro, Nayib Mikati, enfatizó la necesidad de presionar tanto a Israel como a Hezbolá para que acepten la propuesta estadounidense de alto al fuego.
“Debemos lograr un alto al fuego inmediato y garantizar la aplicación plena de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU,” declaró el diplomático.
La resolución 1701 y su papel en el conflicto
La resolución 1701 de la ONU, que puso fin a la guerra entre Israel y Hezbolá en 2006, estipula que solo el ejército libanés y los cascos azules de la ONU pueden operar en la frontera sur de Líbano. Esto implica la retirada tanto de combatientes de Hezbolá como de tropas israelíes de la región.
Sin embargo, el contexto actual es tenso:
- Israel busca detener los ataques con cohetes de Hezbolá, lanzados en apoyo a Hamás en la Franja de Gaza.
- Desde el 23 de septiembre, Israel ha intensificado sus operaciones, incluyendo bombardeos y campañas terrestres en el sur de Líbano.
La respuesta de la Unión Europea
Borrell también anunció que la Unión Europea (UE) está dispuesta a proporcionar 200 millones de euros al ejército libanés, cuyo despliegue en la frontera es crucial para las negociaciones de una tregua duradera.
Esta contribución busca reforzar al ejército libanés como una fuerza clave para garantizar la estabilidad en la región, siguiendo el marco establecido por la resolución de la ONU.
Un llamado a la paz en medio de la escalada
La diplomacia internacional enfrenta un desafío significativo para frenar una guerra abierta entre Israel y Hezbolá, que no solo afecta a Líbano sino que podría desestabilizar aún más el Medio Oriente.
El alto al fuego inmediato y la implementación de acuerdos previos son vistos como la única solución para evitar mayores pérdidas humanas y económicas en la región.
