La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha generado un debate sobre lo que su segundo mandato podría significar para África. Durante su primer período, el continente africano tuvo poca prioridad en las políticas exteriores del republicano, y su regreso genera tanto expectativas como incertidumbres en una región que busca fortalecer su papel en la economía y la política global.
Cooperación y preocupaciones sociales
Algunos ciudadanos africanos ven el regreso de Trump como una oportunidad para construir mejores relaciones. Jennifer Nartey, una residente de Ghana, expresó su optimismo: “Espero que trabaje en construir más cooperaciones con países africanos”. Sin embargo, también destacó preocupaciones sociales, como los derechos LGBTIQ, un tema controversial en muchas naciones africanas.
Trump, conocido por adoptar posturas conservadoras, eliminó protecciones para esta comunidad durante su primer mandato. Esto ha llevado a especulaciones sobre cómo su influencia podría impactar las políticas sociales en África, especialmente en países como Ghana, donde se debate una legislación que criminalizaría las relaciones entre personas del mismo sexo.
Impacto en comercio y economía
En términos económicos, expertos como el profesor Etsey Sikanku advierten sobre un enfoque “transaccional” de Trump hacia África. La política “Estados Unidos primero” podría reducir el interés en programas comerciales como la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA), que ha beneficiado a economías africanas. Además, la propuesta de aranceles del 10% a las importaciones podría generar tensiones económicas para el continente.
Sikanku insiste en que las naciones africanas deben prepararse para un presidente “menos globalista” y anticipar posibles recortes en programas de ayuda y cambios en las relaciones comerciales con Estados Unidos.
Salud e inmigración bajo la lupa
Las políticas de Trump también han generado preocupaciones en áreas como la atención sanitaria. Su decisión anterior de retirar a EE. UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue un golpe significativo para África, una región que depende de la cooperación internacional para abordar crisis sanitarias como el ébola y la COVID-19.
En cuanto a la inmigración, muchos africanos temen que las políticas restrictivas de Trump frenen las oportunidades para los jóvenes que buscan estudiar o trabajar en Estados Unidos. “Definitivamente aplastaría el sueño americano para muchos africanos”, comentó Gracious Nyathi, de Zimbabwe.
Un nuevo capítulo en las relaciones entre EE. UU. y África
Mientras algunos países como Camerún y la República Centroafricana insisten en la necesidad de relaciones equilibradas entre África y grandes potencias como Estados Unidos y Rusia, otros expresan un optimismo cauteloso. Sin embargo, la realidad es que África deberá adaptarse a un líder con prioridades nacionalistas y una política exterior menos enfocada en el continente.
El regreso de Trump plantea preguntas difíciles sobre el futuro de la cooperación, el comercio y los derechos humanos en África. Para muchos, la clave será cómo los líderes africanos respondan a este nuevo capítulo en las relaciones internacionales.