El sistema de salud en México enfrenta una alarma epidemiológica ante el aumento de casos de sarampión y tos ferina, enfermedades que habían sido prácticamente erradicadas del país. La falta de vacunas, los recortes presupuestarios y la eliminación del Seguro Popular han llevado a una crisis sanitaria que afecta especialmente a los sectores más vulnerables.
Crisis en la vacunación: menos cobertura, más contagios
México tenía en 2015 un avance significativo en la erradicación del sarampión. Sin embargo, en 2024 se reportaron casos autóctonos de la enfermedad, un reflejo del debilitamiento en la cobertura de vacunación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene hoy una menor tasa de vacunación que en 2013, y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2023 reveló que menos del 50 % de los niños menores de dos años han recibido su esquema de vacunación completo, en contraste con el 90 % registrado hace una década.
El cierre del Seguro Popular y los recortes en salud
Uno de los factores clave de esta crisis fue el cierre del Seguro Popular, un programa que garantizaba el acceso a la salud a más de 50 millones de personas. Su eliminación en 2020, durante la pandemia de COVID-19, dejó a millones sin cobertura médica mientras se esperaba la implementación del IMSS-Bienestar, un sistema que tardó tres años en ponerse en marcha y que hoy enfrenta graves problemas operativos y financieros.
A esto se suma un recorte del 12 % en el presupuesto de salud en 2025, afectando principalmente al IMSS-Bienestar, que atiende a la población de menores ingresos.
México, entre los países con menor inversión en salud
El presupuesto en salud en México es insuficiente. Un estudio de la CEPAL ubica al país en el lugar 19 de 24 en América Latina en gasto gubernamental per cápita en salud. Además, México invierte apenas 2.4 % de su PIB en salud, menos de la mitad del 6 % recomendado por la ONU.
Privatización silenciosa de la salud en México
Ante la falta de acceso a servicios de salud pública, muchos mexicanos recurren a consultorios privados en farmacias, lo que ha llevado a una privatización encubierta del sistema de salud. Un informe de la OCDE señala que el 41 % del gasto en salud en México proviene del bolsillo de los ciudadanos, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.
Sin estrategia ante nuevas pandemias
Expertos advierten que el país no está preparado para enfrentar otra crisis sanitaria como la del COVID-19. Actualmente, no hay un plan de respuesta nacional ni un presupuesto específico para emergencias de salud. Además, las protestas por la escasez de insumos y medicamentos han aumentado, evidenciando un deterioro aún mayor en la infraestructura sanitaria.
Un futuro incierto para la salud en México
La crisis sanitaria no solo impacta en la calidad de vida de los mexicanos, sino que también podría afectar la esperanza de vida, que ya se redujo en diez años durante la pandemia. Sin un cambio en las políticas de salud y un aumento en la inversión pública, la situación podría agravarse en los próximos años.